La pérdida de biodiversidad a nivel global es uno de los grandes retos que afrontamos como sociedad en nuestros días. En el contexto mediterráneo, el olivar tradicional se posiciona como un cultivo con un gran potencial estratégico para recuperarla, conformando además una parte indisoluble del paisaje ibérico y del patrimonio cultural de nuestro medio rural. El Proyecto BiOlivo surge como respuesta a esa tendencia, enfocando sus acciones en lo local y trabajando en un espacio natural protegido como la reserva natural de Caserío de Henares, una de las zonas mejor conservadas del Parque Regional del Sureste.
El territorio en el que se enclava nuestro olivar se encuentra en un entorno privilegiado para la vida, estando bajo la protección a nivel europeo de la Red Natura 2000 y formando parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) “Cortados y cantiles de los ríos Jarama y Manzanares”. Por su importancia para la biodiversidad, su superficie también se integra en la Zona Especial de Conservación (ZEC) y el Lugar de Interés Comunitario (LIC) “Vegas, cuestas y páramos del sureste de Madrid”.
Nuestra labor se centra en la regeneración y conservación del olivar como un ecosistema clave dentro del entorno mediterráneo. Este plan de restauración ecológica participativa tiene el objetivo de recuperar la productividad de un olivar que ha estado sin un manejo específico durante largo tiempo y favorecer el regreso de su rica comunidad biológica, restaurando a la vez unos servicios ecosistémicos claves para el territorio. Para lograrlo, implementamos una serie de estrategias y acciones que favorecen el equilibrio natural y la sostenibilidad a largo plazo, trabajando en recuperar la estructura natural del olivar mediante la regeneración de cubiertas vegetales, la instalación de refugios de fauna y la reforestación con especies autóctonas. Esto no solo fortalece la biodiversidad del entorno, sino que también crea un hábitat estable para numerosas especies animales y vegetales.